El própolis es un producto totalmente natural que proviene de las abejas y que lo elaboran a partir de resinas vegetales. Posteriormente son recolectadas, mezclando estas resinas con betagucosidasas (énzimas salivares) y con ceras mejorando sus propiedades.
Se utilizan con fines medicinales desde hace más de 2400 años. Su composición es muy compleja y variada. Tiene más de 180 sustancias de las cuales destacan los aceites esenciales: flavonoides y terpenoides. Las resinas son vegetales y de muy diversas plantas incrementando su complejidad. Los otros ingredientes del própolis son vitaminas A, C, E y del grupo B, minerales (calcio, zinc, cobre, silicio, manganeso, cromo y hierro), ceras y énzimas que aportan las propias abejas.
Las cualidades del própolis pueden variar dependiendo del tipo de plantas que se recolecten y de las abejas. Lo mejor es escoger própolis que esten mezclados con resinas de diferentes partes del mundo, aumentando los principios que aportan. Los mejores son los própolis elaborados en condiciones ecológicas, asegurándonos que las abejas han estado en habitats naturales, exentos de contaminantes, pesticidas ni antibióticos, por lo tanto libres de cualquier sustancia contaminante.