La cúrcuma favorece la desintoxicación del hígado, ya que aumenta la actividad de la glutation S-transferasa, un enzima que ayuda a neutralizar muchos tipos de toxinas.
La acción antiinflamatoria de la cúrcuma es otra cualidad a la hora de ayudar a cuidar el hígado. Tan antiinflamatoria como los corticoides, pero sin sus efectos negativos, la cúrcuma ayuda a regular la producción de prostaglandinas inflamatorias.
Y por último, la cúrcuma también tiene cualidades coleréticas, es decir que estimula la producción de bilis (sales biliares), ayudando en las funciones hepáticas y favoreciendo la digestión de las grasas y la eliminación de residuos y tóxicos a través de las heces.